Ibiza

Ibiza: Tronos de Sal, Fiesta Total y Magia Natural

Bienvenido a Ibiza: una isla donde los días tranquilos se funden con noches eléctricas; donde la historia, la naturaleza y la música se turnan para robarse el protagonismo. Conocida en todo el mundo por sus fiestas (y, seamos sinceros, por las resacas y esos vuelos infernales a las 7 de la mañana), Ibiza también ofrece una mezcla fascinante de calles antiguas, alma bohemia y belleza natural que te hará sacar la cámara… o quizás alargar tu estancia una semanita más.

Empieza tu recorrido en Eivissa, la capital de la isla y su joya más preciada. Piérdete en Dalt Vila, la ciudad amurallada que se alza sobre el puerto, donde callejuelas empedradas serpentean entre casas encaladas y vistas de la catedral que se extienden hasta el mar. Es el tipo de lugar donde antes rondaban piratas y ahora posan influencers… un intercambio justo, según a quién le preguntes.

Desde allí, sigue el ritmo de la isla hasta los legendarios mercadillos hippies, como Las Dalias o Punta Arabí. Imagina el aire cargado de incienso, todo teñido con colores psicodélicos y joyas artesanales que puede que (o no) vengan con buenas vibras (y seamos realistas, tú también estás buscando souvenirs).

Para experimentar el lado más místico de la isla, dirígete a Es Vedrà, el icónico islote rocoso que emerge dramáticamente del mar. Algunos dicen que es magnético, otros que es mágico y hay quien jura que es la punta perdida de la Atlántida. Sea como sea, querrás sentarte en silencio, absorber su energía y preguntarte si ese chupito de hierbas de anoche sigue haciendo efecto.

Ninguna historia de Ibiza está completa sin mencionar su vida nocturna… y vaya vida nocturna. Baila bajo las estrellas en Ushuaïa, o piérdete (y probablemente pierdas también la señal del móvil) en Hï Ibiza, donde te esperan DJs de talla mundial, visuales alucinantes y unos cuantos miles de nuevos mejores amigos. Aquí es donde la isla se gana su reputación, ya seas un fiestero empedernido o estés aquí solo para una noche loca.

¿Necesitas un respiro? Escápate a una de las infinitas calas, como Cala Comte, Cala Saladeta o Cala d’Hort. Aguas cristalinas, acantilados salvajes y atardeceres de postal. O sube a un ferry rumbo a Formentera, la hermana menor y más tranquila de Ibiza: a solo un paseo en barco, pero a años luz en energía.

¿Quieres conocer de verdad la isla, más allá de las fiestas y las postales? Únete a un Free Walking Tour guiado por locales apasionados que conocen Ibiza como la palma de su mano. Te contarán las historias que esconden las piedras, te llevarán a probar delicias locales y te descubrirán rincones secretos que difícilmente encontrarías por tu cuenta. Es la forma perfecta de conectar con esta isla mágica. Todo el mundo se lleva una buena historia de Ibiza. ¿Quieres encontrar la tuya?