Mérida

PASOS DE SALSA Y TACOS EN MANO – EN MÉRIDA, ¡VAYA PLANAZO!

Enclavada en el corazón de la península de Yucatán, Mérida es una de esas ciudades que, aunque tiene miles de años, sigue sintiéndose como un secreto bien guardado. Con sus coloridas fachadas coloniales, plazas llenas de vida y alguna que otra iguana cruzando tranquilamente la calle, esta ciudad tiene encanto a raudales. Pero que no te engañe su aire relajado… tras esos muros pastel se esconde una historia profunda marcada por la civilización maya, la conquista española y generaciones de locales orgullosos que saben montar una fiesta y cocinar como dioses.

Nos hemos aliado con guías locales para traerte dos formas inolvidables de conocer Mérida. Empezamos con el Free Tour por Mérida, un paseo lleno de historia por las pintorescas calles del centro, donde verás iglesias espectaculares, conocerás a feministas revolucionarias y descubrirás por qué siempre hay alguien bailando en el parque. Y luego está Mérida: El Tour Supremo de Tacos, porque sí, la historia está genial… pero los tacos están buenísimos. En esta aventura sabrosa visitarás tres taquerías legendarias y probarás cinco tacos que podrían cambiarte la vida. (Sí, en serio… trae servilletas).

¿Te has ganado la medalla turística en la ciudad? Pues es hora de salir a explorar los alrededores. La mundialmente famosa Chichén Itzá está a un paseo de un día, y sí, es tan impresionante como en las fotos. ¿Buscas algo menos turístico? Sumérgete en las aguas mágicas del Cenote X’batun o explora las ruinas mayas de Uxmal, donde las pirámides asoman entre la selva y los monos aulladores te ponen banda sonora. Es como estar en una peli de Indiana Jones… pero con mejor clima.

Así que tanto si vienes por la cultura, por la comida o simplemente por descubrir cómo puede haber tantas tonalidades de rosa en una sola ciudad, Mérida está lista para enamorarte. Aquí el pasado se vive en cada esquina, los desconocidos se hacen amigos entre puestos de comida callejera y puede que algún mariachi te persiga hasta tu casa. Ven por los tacos, quédate por el alma. El único arrepentimiento será no haber traído pantalones más sueltos.